estamos al
borde de no decirnos nada
de agarrar
al dolor por la costilla y llevárnoslo a doler
a darle de
vivir
a juntar su
humillación en frasquitos de vidrio
que usabas
para enjaular olvidos
y todo lo
que escapaba de la palabra voluntad
cada vez que
alguien encendía el epitafio
y las
pastillas no alcanzaban
y flaqueabas
con violencia
subida en la
ceguera que nunca terminamos de entender
violencia se
subía y ya nadie esperaba mucho
nadie estaba
seguro de las cosas
y gaspar le
lanzaba petunias al futuro
para que
estuviera más cómodo
entre tanto
pronóstico cuajado
entre tanta
inyección que le dabas por la noche
para que
soñara con dragones y monedas de un peso
que tenían
impresa la cara de tu dios
pagando
todas las deudas
hay un
animalito queriendo salir de tu garganta
va a combatir a la verdad con su costado izquierdo
quedó la
heladera abierta y tengo frío.
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